Gestación: Transformación Silenciosa
Estar y Ser son mis verbos favoritos para meditar durante el embarazo, se conjugan escuchando nuestro cuerpo, escuchando nuestras necesidades emocionales, atendiéndolas, respetándolas, tanto como respetamos a nuestros bebés, tanto como honramos lo sagrada que es la vida.
La oruga silenciosamente se transforma en mariposa…Cualquiera pensaría que la Bella Durmiente no está realizando ninguna acción, cuando en realidad en ese profundo sueño está convirtiendo el veneno, la destructividad inoculada en su propio ser, en disposición para amar.
Los primeros tres meses de gestación, nuestro cuerpo suele pedir descanso, somos abordadas por la necesidad de dormir, y es que en ese sueño, estamos transformando una célula en un ser humano, con la mayoría de sus órganos formados. Para mi, la experiencia personal de gestar ha sido inmensamente reveladora de cómo grandes cambios ocurren sin aspavientos, sin grandes fiestas, y sin enormes esfuerzos evidentes. Nuestro útero escondido en el misterio, nos muestra que la Vida misma es aún un misterio, que tantos científicos intentan develar y reproducir. Aún la fertilización in vitro no es cien por ciento segura, sin saberlo la transformación sigue teniendo la misma magia que la de Blanca Nieves, la Bella Durmiente o la Flor de Loto.