La Búsqueda de Sí Misma

En muchas oportunidades la maternidad es una crisis vital, muchas veces nos sentimos perdidas. Una crisis en la que aparecen los abandonos emocionales de nuestra infancia, maltratos, falta de amor, padres poco atentos a las necesidades infantiles, pobreza, entre otros traumas. Cuando creamos redes solidarias entre mujeres o nos atrevemos a iniciar un proceso psicoterapéutico, comienza una búsqueda interna de la propia voz, de la propia fortaleza, sanamos, atendemos esas heridas y redescubrimos nuestra creatividad.

En un principio se requiere de mucha entrega, por lo menos los tres primeros años, pero paulatinamente los mismos hijos reclaman su espacio personal. Las mujeres nos atrevemos a soñar, a salir de lo cómodo y conocido. Si crías a tu hijo con autonomía y libertad, desde tu propia conciencia, te atreverás a buscar quien eres y qué deseas, a hacer realidad tus sueños y deseos personales. Pero puedes quedarte infantilizada, dependiente, estancada, cerrando las puertas hacia tu interior, y ocupándote constantemente de las necesidades de otros.

Es nuestra responsabilidad renovar nuestra vitalidad, transmitir amor a nuestros niños, transmitirles que la vida es valiosa.

Recuerda que tus hijos necesitan madres plenas, creativas, mujeres que han encontrado el sentido de su propia vida. No te olvides de tí misma, de tus necesidades, atiéndelas amorosamente, asumiendo la responsabilidad de tu propia vida, de tu propio cuidado no solo físico sino emocional, personal.

Tampoco olvides, que si ser madre plantea desafíos, es porque muchos de ellos exigen de ti un proceso de autoconocimiento que requiere ser visto, los bebés, los niños son espejos a través de los cuales podemos mirarnos.