Cada bebé establece una relación especial con una “figura de apego primario” casi siempre esa figura es la madre. Este primer vínculo es muy importante porque cuanto más sólida y segura es la relación con la madre, más sólidas y seguras serán las demás relaciones que ese bebé establecerá a lo largo de su vida.

Ningún bebé puede sobrevivir si alguien no le cuida, protege y alimenta sus primeros años de vida, con dedicación y paciencia.

¿Cómo observamos el apego?

Esta relación entre madre e hijo se mantiene por una serie de conductas de apego instintivas:

-La conducta de apego de la madre consiste en acercarse a su hijo, cargarlo, hablarle, acariciarlo y hablarle amorosamente.

-La conducta de apego del niño, consiste en abrazar, sonreir a la madre. Más adelante podrá gatear o caminar hacia su madre.

Cuando madre e hijo se separan se sienten tristes y con deseos de estar juntos; el bebé llora y la madre lo busca. Cuando vuelven a encontrarse desaparece aquel malestar; madre e hijo se tranquilizan y dejan de llorar.

En muchas oportunidades las madres necesitan cumplir con las exigencias económicas y sociales separandose de su hijo. De esta manera las normas nos obligan a vivir en contra de nuestros instintos, es allí cuando surge un conflicto.

La relación de apego según cómo se haya desarrollado puede ser de apego seguro o inseguro:

-El niño con un apego seguro, en cuanto nota la ausencia de la madre, la busca con la mirada, se dirige hacia la puerta, con frecuencia llora. Cuando la madre vuelve a entrar la saluda, se acerca a ella, se tranquiliza rápidamente y sigue jugando.

-Los niños con un apego inseguro pueden reaccionar de dos maneras:
-Elusivos o evitantes parecen tranquilos mientras la madre no está, pero la ignoran cuando regresa, disimulando su ansiedad
-Eesistentes o ambivalentes: se alteran cuando la madre no está, cuando ella regresa se muestran agresivos y tardan mucho en volver a jugar y tranquilizarse

En muchas oportunidades en nuestro medio cultural elogian al bebé que muestra un apego ansioso: “se queda con cualquiera”, “no molesta”, “se entretiene solo”. Un bebé al que sistemáticamente se ignora, al que nadie carga cuando llora, acaba por no llorar. No es que se esté acostumbrando, ni que haya aprendido a entretenerse solo, se ha rendido, entró en desesperanza.

Aprendiendo a separarme de mi bebé:

Las separaciones más largas y repetidas producen una reacción más intensa. Incluso los niños con un apego seguro pueden mostrar conductas evitantes o ambivalentes cuando la madre vuelve del trabajo. Pueden ignorarla, no la saludan, ni la miran, o le pegan y exigen constantemente atención.

Algunas recomendaciones:

-Jugar a que mamá se esconde: bajo una sábana, detrás de una puerta.
-Explícar al bebé que estarás ausente y que luego regresarás, aunque aún los bebés no han desarrollado intelectualmente la noción de reversibilidad, es importante explicarles que regresarás, y realmente cumplir lo prometido.
-No te vayas sin despedirte
-Procura mantener la calma cuando sabes que te alejarás de tu bebé, prepárate desde temprano para nosalir apresurada y ansiosa cuando te separarás de él
-Visita el jardin de infancia o guarderia con tu bebé para que se familiarice con el lugar y conozca a las personas que lo cuidarán
-Acompaña a tu bebé al maternal, ayuda a contenerlo, valida sus emociones, es decir, reconoce, dale valor e importancia a lo que siente. Ayuda a darle nombre a sus emociones y sentimientos.

Dedica las horas que estas con tu bebé a prestarle atención y cariño, cárgalo, bésalo, juega con él demuestrale que le sigues queriendo igual aunque él esté molesto.

Dale a tu hijo todo el cariño y todo el contacto físico que puedas, durante todo el tiempo que puedas.
El cariño ilimitado de los primeros años les da confianza en sí mismos y en el mundo, necesitan esa confianza para iniciar el camino de la independencia.