Hace poco desarrollé el tema de la autoestima y la imagen corporal, siendo evidente que cómo percibamos nuestro cuerpo influye en la estima y la valoración que tengamos de nosotr@s mism@s.

Recibimos muchos mensajes desde nuestra infancia acerca de nuestro cuerpo, algunos de ellos muy destructivos:  tienes los ojos feos, la nariz chata, estas muy gorda o muy flaca…. Hace muy poco escuchaba de una chica de 19 años muy guapa y delgada, que de 55 kilos para 1m 70 cm, quería bajar 5 kilos mas para verse mejor y ponerse prótesis en los senos, a pesar de tener una imagen espectacular, lo que desde afuera otras amigas vemos como una mujer joven sana, pero qué pensará mi amiga de su cuerpo como para someterse a medidas tan drásticas.

Si creemos que alguna parte de nuestro cuerpo es fea, desagradable, si no la aceptamos tal y como es, muy probablemente cuando nos acerquemos a un compañero sexual sintamos miedo a ser rechazadas porque creemos que él opina lo mismo de nuestras partes «feas»,  y la ansiedad no nos permitirá disfrutar del encuentro, de verse, de sentirse mutuamente, por tanto se anestesia el placer.

La invitación es a reconciliarnos con las partes feas y si aún estamos inconformes modificarlas de la manera mas natural y menos violenta posible.