Transparencia Psíquica
Durante la gestación es posible que sientas una intensa movilización emocional a causa del torrente de hormonas que vive en tu interior. A veces, la felicidad es tal que ni se nota ese maremoto interno, pero en otras oportunidades, sí.
Al igual que va cambiando tu cuerpo poco a poco, también empieza a cambiar tu forma de sentir. Además, tu sistema psicológico de defensas está vulnerable, por lo que muchos contenidos emocionales y muchas ideas emergen de manera continua en tu interior.
Algunas emociones se relacionan con tu niña interna, tus experiencias infantiles, cómo te sentiste como hija, tanto las satisfacciones como las insatisfacciones más primarias, incluso, cuando eras bebé. Si permaneces sin resolverlos puedes tener una vivencia de la maternidad como una mujer tan vulnerable que te creas incapaz de gestionar/manejar tus sensaciones durante el embarazo y el parto, o sientas que no cuentas con los recursos para hacerte responsable de tu bebé, o que eres insuficiente para nutrirlo. Es lo que en el argot psicoterapéutico se conocería como una mujer infantilizada o madre infantilizada.
Otros contenidos emocionales hacen referencia a la madre que deseas ser versus la madre real que eres, imperfecta, o a la madre real que fue tu propia mamá, puedes estar más crítica con ella, la juzgas más, salen a flote sus errores, se los señalas, y por allí puedes quedarte confundida, criticando a quien tanto te dio, y que posiblemente ahora tiene sus propios temores.
Puede ser que empieces a discutir con tu pareja con más frecuencia, por pequeños detalles, muy posiblemente estemos proyectando en él, nuestra conciencia de que somos seres limitados, y al ser primerizas no sabemos muy bien qué hacer con todo lo que implica esta nueva experiencia. Por ejemplo, en el último trimestre puede ser que el peso de la barriga nos conduzca a sentirnos limitadas para hacer algunas actividades físicas, y hasta puede ser que una mujer muy independiente, le cueste pedir la ayuda que realmente necesita
Cuidar el estado emocional y psicológico de una mujer embarazada es clave tanto para su salud como para la del bebé, es tan importante como cuidar el estado físico. La psicología perinatal ayuda para cualquier mujer que necesite afrontar una adecuada transición a la maternidad porque el embarazo nos cambia la vida y no todo el mundo es capaz de afrontarlo de la misma forma.
La salud emocional de la madre es crucial, está demostrado que las emociones que afectan en el embarazo a la madre, afectan directamente al bebé durante los nueve meses de gestación. Según la relación que tenga la madre con el mundo que le rodea determinará las actitudes del bebé en su desarrollo y durante toda su vida.
La mujer necesita protegerse del entorno si este le resulta estresante, por ejemplo, solventar los problemas económicos, trabajar los conflictos interpersonales y tener apoyo de las personas cercanas.
Sin duda, que es fundamental que en cuanto la futura mamá sepa que va a ser madre prepare su cuerpo y su mente para la maternidad.
Disfruta de tu sensibilidad, profundiza tus emociones, acercarte a la pareja y habla sobre lo que emocional o físicamente necesites, permite que te apoyen tus amigos y familiares, procura entender tus cambios de ánimo o sentimientos de incertidumbre temporales.